Las 10 Enfermedades de la Garganta Más Comunes

Las enfermedades de la garganta son algunas de las afecciones más comunes ya que prácticamente todo el mundo ha padecido alguna de ellas al menos una vez en la vida. Teniendo en cuenta que la garganta es el conducto que lleva la comida hacia el esófago y el aire hacia la tráquea y la laringe, es de entender la importancia de estas enfermedades ya que afectan a la alimentación y a la respiración.

La mayor parte de las enfermedades de la garganta son menores y suelen desaparecer por sí solas aunque siempre es recomendable acudir al médico para descartar afecciones graves. En el caso de necesitar tratamiento, éste dependerá del problema concreto que exista en la garganta.

Aquí ofrecemos una descripción de las diez enfermedades de la garganta más comunes para facilitar su identificación y saber cómo tratarlas.

Amigdalitis

La amigdalitis consiste en la inflamación de las amígdalas, masas de tejido que se encuentran a ambos lados de la garganta y cuya misión es producir anticuerpos que combatan las posibles infecciones de la zona. Esta enfermedad también es conocida con el nombre de «anginas» y suele afectar en mayor medida a niños que a adultos. En sí no es contagiosa pero los virus y las bacterias que la provocan sí lo son por lo que es conveniente lavarse las manos si se padece esta enfermedad o se tiene contacto con alguien que la padece.

Al poder estar causada tanto por virus como por bacterias, su tratamiento dependerá directamente de su origen aunque dos de cada tres casos de amigdalitis suelen estar provocados por virus. Los síntomas que afectan a la garganta son tos, dificultad para tragar, voz gangosa y dolor.

Los remedios aplicados ante una amigdalitis son antiinflamatorios, analgésicos, gárgaras y antibióticos en el caso de que haya sido provocada por una bacteria. El tratamiento tiene como objetivo paliar los síntomas mientras dure la afección.

Puedes leer más al respecto en nuestro artículo sobre los Remedios Caseros para la Amigdalitis

Faringitis estreptocócica

Esta enfermedad está causada por la bacteria Streptococo de tipo A y se caracteriza por producir dolor de garganta. Por ello, en ocasiones también se le da el nombre de amigdalitis estreptocócica aunque en realidad no sería lo mismo.

Es habitual entre niños y adolescentes aunque en realidad, cualquier persona podría contraerla ya que se contagia por el contacto de persona a persona a través de las secreciones nasales y de la saliva. Por ello, es habitual que se traspase entre los miembros de una familia o personas que conviven mucho tiempo en un mismo espacio cerrado.

El dolor de garganta puede llegar acompañado de fiebre, dolor al tragar, placas e inflamación de las glándulas así como inapetencia, dolor de cabeza y náuseas. En algunos casos también aparece una erupción rojiza y áspera en el cuello y en el tórax que puede diseminarse por el resto del cuerpo.

La faringitis estreptocócica se trata con antibióticos al estar causada por una bacteria. Es importante mantener el tratamiento hasta el final, aproximadamente unos diez días, aunque los síntomas hayan desaparecido pues se corre el riesgo de que la bacteria vuelva a desarrollarse.

Puedes leer más al respecto en nuestro artículo sobre la Faringitis

Laringitis

La laringitis consiste en la inflamación de la laringe, un conducto situado en la parte superior de las vías respiratorias que van hasta los pulmones. Su síntoma principal es la ronquera o la falta de voz ya que es en la laringe donde se sitúan las cuerdas vocales.

Por lo general, está provocada por un virus aunque hay otras causas como alergias, bronquitis, productos químicos o infecciones bacterianas. Además de la ronquera, otros síntomas son la fiebre y la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.

Al estar causada por un virus, los antibióticos no serán necesarios así que será el médico quien dictamine de qué modo se pueden atenuar los síntomas hasta que la laringitis desaparezca. Una de las recomendaciones es dejar descansar la voz y usar descongestionadores y analgésicos así como humidificadores para evitar que la garganta se seque y se irrite.

Reflujo gastroesofágico

Esta enfermedad se produce cuando uno de los músculos del final de esófago no se cierra de la forma correcta haciendo que el contenido del estómago ascienda de nuevo hacia el esófago irritándolo. La sensación de ardor que se produce puede llegar hasta la garganta.

En ocasiones, el reflujo gastroesofágico también puede provocar tos seca, dolor de garganta y dificultad para tragar; es por eso por lo que hemos catalogado a esta afección como una enfermedad común de la garganta aunque su origen se encuentre en realidad en el esófago.

Estos síntomas pueden mejorar si se siguen las siguientes recomendaciones:

Resfriado común

Uno de los síntomas del resfriado común es el dolor de garganta además de secreciones nasales, estornudos, dolor de cabeza y tos, entre otros. Es una de las enfermedades más habituales y se considera que cada persona puede sufrirla varias veces a lo largo de su vida independientemente de la edad.

El resfriado común, además, se propaga rápidamente por lo que es habitual contagiarse en la escuela, en el trabajo o en espacios cerrados en los que hay mucha gente. El método de transmisión son pequeñas gotas aéreas que se liberan cuando una persona afectada tose, estornuda o se suena la nariz. Simplemente por estar al lado de alguien que haga una de esas cosas se puede contraer un resfriado. Aunque normalmente abunda en invierno o en época de lluvias, lo cierto es que un resfriado puede contraerse en cualquier época del año.

La mayor parte de los resfriados desaparecen por sí solos en unos días. Para paliar los síntomas y el malestar se recomienda beber mucho líquido y reposar así como medicamentos de venta libre que se pueden encontrar en farmacias. Los antibióticos no son eficaces para curar los resfriados ya que no están provocados por bacterias.

Mononucleosis

La mononucleosis es una enfermedad causada por el virus Epstein-Barr que se transmite a través de la saliva, por lo que esta enfermedad recibe el nombre coloquial de «enfermedad del beso». Es habitual en adolescentes y adultos jóvenes aunque en realidad, se puede contraer a cualquier edad.

Uno de los síntomas de la mononucleosis es el dolor de garganta que llega acompañado de fiebre y de la inflamación de los ganglios linfáticos de la garganta. En ocasiones, puede producirse también la inflamación del bazo.

La mononucleosis se diagnostica a través de un análisis de sangre. Puede durar de dos a cuatro semanas aunque hay personas que meses después aún sienten un cansancio residual provocado por la enfermedad. El tratamiento se orienta al alivio de los síntomas por lo que consiste en analgésicos, antipiréticos, líquido abundante, reposo y gárgaras con agua y sal para la garganta.

Epiglotitis

La epiglotitis consiste en la inflamación de la epiglotis, es decir, el tejido que cubre la tráquea. Éste se encarga de cerrar la tráquea cuando se traga alimento para que éste no se desvíe a las vías respiratorias y evitar así una posible asfixia.

Esta enfermedad está causada por la bacteria Haemophilus influenzae (H. influenzae) tipo B en niños y por la bacteria Strepcoccus Pneumoniae en adultos. El virus del herpes simple también puede llegar a provocar epiglotitis. Actualmente es una enfermedad poco frecuente gracias a las vacunas que se ponen a los niños para evitarla, ya que puede llegar a ser mortal.

Además del dolor de garganta, la epiglotitis puede causar fiebre, dificultad al tragar y al respirar, babeo, ronquera, fiebre y ruidos respiratorios normales además de un color azulado en la piel.

Esta enfermedad requiere de hospitalización para ser tratada ya que en ocasiones la persona necesita ser intubada para recibir oxígeno. Además, se suministran antibióticos, antiinflamatorios y líquidos por vía intravenosa.

Uvulitis

La uvulitis implica la inflamación de la úvula, el tejido que cuelga del techo de la parte posterior de la boca y que comúnmente se conoce con el nombre de «campanilla«. En ocasiones, acompaña a la inflamación de otras zonas del interior de la boca como las amígdalas o la faringe.

Esta enfermedad está causada por una infección, una lesión en la parte posterior de la garganta o una reacción alérgica. Se caracteriza principalmente porque la úvula adquiere un color rojizo y se hincha, provocando dolor de garganta y dificultad para tragar. Además puede aparecer fiebre, babeo y ahogamiento.

El tratamiento dependerá de lo que haya causado la uvulitis. En caso de infección bacteriana se recetarán antibióticos y si se trata de una alergia, se recurrirá a esteroides y antihistamínicos. Para saber cuál es la causa, se pueden llevar a cabo análisis de sangre, cultivos de la garganta o radiografías.

Alergias

El dolor de garganta realmente no es un síntoma directo de las alergias pero éstas sí pueden provocar las situaciones que favorezcan su aparición. Por ello, en caso de dolor de garganta o de garganta inflamada, es importante determinar cuál es la causa ya que si tras ello hay una alergia, el tratamiento será diferente que en el caso de una infección vírica o bacteriana.

 Un truco para saber si el dolor de garganta tiene su origen en una alergia es la ausencia de fiebre .

Las alergias pueden afectar a la garganta de las siguientes maneras:

Las alergias de tipo alimentario también pueden provocar dolor de garganta así como la alergia al polen, caracterizada sobre todo por el picor de garganta acompañado de picor de ojos, lagrimeo, estornudos y goteo nasal.

Cáncer de garganta

El cáncer de garganta tiene sus mayores factores en el consumo de tabaco y en la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas. Sus síntomas, además del dolor de garganta, son la aparición de un bulto en el cuello, dolor de oído y dificultad para tragar.

El diagnóstico del cáncer de garganta se realiza mediante un examen físico, pruebas de imagen como radiografías y una biopsia. En caso de que estas pruebas den un resultado positivo, se procede al tratamiento que puede consistir en cirugía, radioterapia y quimioterapia. En ocasiones, puede recurrirse a la terapia dirigida cuyas sustancias atacan directamente a la células cancerosas sin que las células normales se vean afectadas.

Es muy habitual padecer dolor o molestia en la garganta más de una vez en la vida. Aunque la mayor parte de las veces pasa por sí solo y no tiene importancia, es recomendable atender a cualquier síntoma fuera de lo normal para acudir al médico y que descarte enfermedades más graves.

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