Los amígdalas forman una parte importante de nuestro sistema inmune y por ello no es de extrañar que ante la amenaza de virus o bacterias sean las primeras en ser afectadas. Los tonsilolitos o piedras en la garganta son el resultado de la función de las amígdalas para proteger el organismo.
Aunque por lo general los tonsilolitos no representan un riesgo auténtico para la salud y hay métodos caseros para aliviar sus síntomas y eliminarlos, es conveniente acudir a la consulta del médico si el estado de salud empeora o si aparecen nuevas molestias más graves.
ÍNDICE DE CONTENIDO
Qué son los Tonsilolitos o Piedras en la Garganta
Como decíamos al principio, una de las principales funciones de las amígdalas es encargarse de filtrar microorganismos como los virus, las bacterias o cualquier otro tipo de agente que pudiera ser nocivo para la salud. Si alguno de estos gérmenes nocivos tratar de acceder al organismo a través de la boca, las amígdalas estarán ahí para impedírselo.
Obviamente, esto pone en un riesgo directo a las amígdalas, que pueden llegar a infectarse mientras están tratando de defender al cuerpo de agentes infecciosos. Es en este momento cuando las amígdalas se inflaman causando la enfermedad que se conoce de forma popular como amigdalitis, que no es lo mismo que la tonsilitis.
No se debe confundir la amigdalitis con las piedras en la garganta
Las piedras en la garganta o tonsilolitos también se conocen como el nombre de cálculos amigdalinos. Están causados por sales cálcilas o por otras combinaciones de sales minerales que se van acumulando poco a poco en los cráteres o criptas de las amígdalas palatinas. Estas criptas tienen el aspecto de pequeños bolsillos pegados en las amígdalas, un fenómeno que se conoce también con el nombre de amígdalas crípticas.
Aunque los glóbulos blancos se encargan de eliminar las bacterias o cualquier otro agente externo perjudicial que entre en el organismo, en ocasiones no son suficientes y no pueden defender a las amígdalas de los factores que causan la infección.
Síntomas
Existen varios síntomas que pueden ser útiles a la hora de identificar la presencia de tonsilolitos o piedras en la garganta. Hay que aclarar que no siempre tienen por qué aparecer todos estos síntomas, ya que unos son más habituales que otros.
- Mal aliento o halitosis. Suele ser uno de los primeros síntomas en aparecer
- Dificultad al tragar. Es uno de los síntomas más comunes ya que es consecuencia directa de la existencia de piedras en la garganta,
- Grumos de aspecto sólido y de coloración blanca que aparecen en la parte posterior de la garganta.
- Sensación de tener algo atascado en la garganta
- Dolor de oído, aunque es uno de los síntomas menos frecuentes
- Gusto metálico en la boca
- Dolor de garganta y otras molestias en las zonas que rodean el lugar donde las anginas se infectan
- Inflamación de las amígdalas a causa de la infección provocada por las piedras en la garganta
Causas
Aunque los tonsilolitos o las piedras en la garganta no son demasiado comunes, lo cierto es que existe toda una serie de causas que pueden causar su aparición. Algunas de ellas son:
- Deficiente higiene bucodental ya sea porque ésta no se realiza correctamente, porque es insuficiente o porque, directamente, es inexistente.
- Restos de alimentos acumulados en las criptas de las amígdalas que se recubren poco a poco de bacterias haciendo que las enzimas comiencen a actuar.
- Bacterias de la boca
- Hiperfuncionalidad de las glándulas salivales, es decir, un exceso en la producción de saliva.
- Secreción excesiva de mucosidad especialmente en procesos de gripe, resfriado y otras afecciones del sistema respiratorio.
- Muerte de leucocitos o glóbulos blancos
- Fumar sin usar los filtros habituales
Tratamientos para Quitar las Piedras en la Garganta
Por lo general, basta con una inspección visual y un examen físico para determinar la presencia de tonsilolitos o piedras en la garganta. Sin embargo, si el doctor cree que puede tratarse de algo más grave como un cáncer puede ordenar la realización de pruebas como una tomografía computarizada o una radiografía.
El tratamiento para eliminar los tonsilolitos o piedras en la garganta siempre va a depender del tamaño de las mismas y del grado de las molestias que estén provocando al paciente. Teniendo en cuenta estos dos factores, el doctor recetará aquello que crea conveniente.
En el caso de que las piedras en la garganta sean asintomáticas, es decir, que no produzcan ningún síntoma, no se suele aplicar un tratamiento especial.
Remedios Caseros
Existe una gran cantidad de remedios caseros que resultan ser muy útiles para aliviar las molestias que producen los tonsilolitos o piedras en la garganta. En el caso de que el médico ya haya recetado un tratamiento, los remedios caseros no deben sustituir a éste sino complementarlo.
Las gárgaras de agua con sal es el remedio más utilizado no solo por su eficacia indiscutible sino porque es fácil y rápido. Consiste en hervir agua en la que se han disuelto dos cucharaditas de sal. Una vez que la mezcla esté tibia, hay que hacer gárgaras con ella. Se puede repetir hasta tres veces al día para aliviar el malestar.
Nunca hay que intentar extraer las piedras en la garganta con bastoncillos de algodón
También se pueden hacer gárgaras con zumo de limón y bicarbonato. Tiene el mismo efecto desinfectante que las anteriores pero además, y gracias a la acción del limón, ayuda también a luchar contra el mal aliento provocado por las piedras en la garganta.
Comer manzanas es otra solución muy sencilla. La acidez que contiene hace que las bacterias mueran y que las propias piedras se vayan deshaciendo poco a poco. Los restos de las piedras son llevados hasta el estómago con la propia manzana para ser eliminados de forma natural.
El yogurt es otro alimento que puede convertirse en un aliado a la hora de combatir la presencia de tonsilolitos o piedras en la garganta. Las bacterias que contiene de forma natural ayudan a eliminar las piedras y además, impiden que se formen otras nuevas.
Por último, la cebolla cruda ayuda a eliminar el mal aliento provocado por las piedras en las amígdalas pero también previene la extensión de las infecciones bucales gracias a sus propiedades antibacterianas. El ajo también es útil en este sentido, ya que además es el antibiótico natural, pero por desgracia, no colaborará demasiado en cuanto al asunto relacionado con el mal aliento.
Tratamientos Médicos
Ya que normalmente se acude al doctor cuando hay síntomas graves como la dificultad para tragar o la aparición de fiebre, los tratamientos médicos suelen basarse en la prescripción de antibióticos y antiinflamatorios. Es necesario mantener el tratamiento con antibióticos durante al menos diez días aunque los síntomas y el malestar hayan desaparecido ya que, en caso contrario, la infección podría volver a reproducirse.
La extirpación de las amígdalas mediante una intervención quirúrgica se realiza cuando se ha tratado al paciente durante un tiempo contra las piedras en la garganta y no se ha podido solucionar o si los síntomas que está sufriendo son demasiado extremos.
La amigdalectomía o extirpación de las amígdalas es siempre el último recurso ya que, a fin de cuentas, se está privando al organismo de una parte de su sistema inmune y es mejor evitarlo en la medida de lo posible. Una vez que se ha llevado a cabo esta operación, el paciente sentirá un alivio inmediato.
Cómo prevenir la Aparición de Tonsilolitos
Es posible realizar algunas acciones para tratar de evitar la aparición de las piedras en la garganta o tonsilolitos aunque no quiere decir que no puedan llegar a aparecer.
- Evitar consumir aquellos alimentos que pueden provocar dolor de garganta. Por lo general se trata de alimentos demasiado fríos o calientes, de ácidos, grasos y fritos. Este tipo de alimentos crea un entorno adecuado para que crezcan las bacterias por lo que ayudan a su proliferación.
- Tratar cuanto antes las infecciones de la nariz o de la garganta para evitar que puedan extenderse hacia las anginas.
- Cepillarse los dientes y la lengua de forma correcta y después de cada comida para reducir las posibilidades de una infección causada por bacterias. Esta limpieza se puede complementar con el uso de hilo dental y enjuagues bucales, a lo que habría añadir un mínimo de una visita anual al dentista para que realice una limpieza profesional y una revisión del estado general de la boca.
- Eliminar el alcohol y el tabaco ya que introducen toxinas en el organismo directamente por la boca aprovechando zonas que no se oxigenan lo suficiente como las encías o las zonas entre los dientes.
- Reducir el consumo de lácteos ya que producen mucosidad que puede formar una capa sobre las amígdalas favoreciendo la proliferación de las bacterias.
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