El paladar inflamado es una de las afecciones más comunes que se producen en esta zona de la cavidad bucal. El paladar ocupa la parte superior del interior de la boca y se divide en dos partes: el paladar duro, que se extiende por los dos tercios anteriores; y el paladar blando, situado en la parte trasera. Está conformado por tejido mucoso y tiene varias glándulas salivares, así que es importante no solo para el habla sino también para las acciones de masticar y tragar.
El conjunto de estos tejidos que forman la llamada mucosa oral, entre los que se incluye el paladar, son también susceptibles de sufrir enfermedades y procesos inflamatorios, a los que se también se conocen como estomatitis. La mayor parte de las veces es una afección temporal, es decir, que se cura por sí sola con el paso de los días, por lo que no resulta necesario un tratamiento determinado.
En este artículo desvelaremos todo acerca del paladar inflamado y los remedios para curarlo y reducir los efectos de esta afección.
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¿Cuáles son las Causas del Paladar Inflamado?
Existen diferentes causas por las que el paladar puede aparecer inflamado. Las más frecuentes son:
- Tomar bebidas o alimentos demasiado calientes. Antes de comer o beber, hay que asegurarse de la temperatura de los alimentos ya que introducirlos en la boca cuando están demasiado calientes puede provocar que el paladar se irrite y se inflame.
- Deficiencia de vitamina B o ácido fólico. La ausencia y poca cantidad de estas sustancias provoca que los tejidos no se regeneren con facilidad y que las lesiones que se puedan producir no se reparen de forma eficaz.
- Tabaquismo. El paladar inflamado suele ser un síntoma de que se está abusando demasiado del tabaco aunque también pueden padecerlo personas que no fumen en exceso. Es efecto no solamente del contacto con las toxinas sino también porque produce sequedad en la boca.
- Sistema inmunológico débil. El hecho de tener pocas defensas en el cuerpo facilita la adquisición de infecciones u otras enfermedades que pueden provocar que el paladar se inflame.
- Infecciones en la cavidad oral. Las más habituales suelen ser la candidiasis oral y el herpes simple.
- Traumatismos. Los traumas en el paladar suelen producirse al comer alimentos duros y con aristas como, por ejemplo, las patatas fritas de bolsa o las tostadas. Las dentaduras postizas y otras prótesis dentales también pueden ser causa de estas lesiones.
- Estrés. Mucha gente convive con el estrés día a día sin darse cuenta de que tiene efecto en la salud. La inflamación en el paladar junto con herpes, llagas o conjuntivitis son algunas de las afecciones más comunes que muestran las consecuencias del estrés acumulado.
- Cambios hormonales. Afectan especialmente a las mujeres en distintas épocas de su vida como la pubertad, el embarazo o la menopausia.
- Cáncer. La leucoplasia es una lesión en el paladar que produce dolor e inflamación y que debe ser tratada inmediatamente ya que, de no ser así, puede acabar derivando en cáncer oral.
- Quiste mucoso. En ocasiones una glándula salival puede bloquearse y llenarse de moco creando una inflamación en el paladar. Por lo general desaparece por sí solo.
Cómo Curar el Paladar Inflamado
Por lo general, la inflamación en el paladar desaparece por sí sola al cabo de los días así que los tratamientos irán encaminados a aliviar los síntomas y las molestias que pueda producir. En cambio, cuando el paladar está inflamado a causa de una infección, el médico recetará antibióticos, antifúngicos o antivirales. También son efectivos los analgésicos y los antiinflamatorios.
Para evitar el dolor, no hay que consumir alimentos irritantes como, por ejemplo, aquellos que sean muy picantes o que lleven muchas especies, ni que estén demasiado calientes.
De hecho, se deben comer alimentos blandos y fáciles de masticar y tragar para que toquen el paladar lo menos posible. Se recomienda tomar cosas como sopas en crema, purés, quesos blandos, yogur, batidos, pudin o helado. En el caso de comer arroz o pasta se deben remojar en alguna salsa suave para que sean más fáciles de tragar. La carne y el pescado se tienen que cortar en trozos pequeños evitando así masticar demasiado. La verdura y la fruta se deben licuar a ser posible. Las verduras pueden cocerse para que estén más blandas.
Beber leche y enjuagarse la boca con agua fría también ayuda a reducir el dolor. Por supuesto, es indispensable mantener una correcta higiene bucal para evitar la proliferación de bacterias en la boca.
Remedios Caseros para la Inflamación en el Paladar
Aunque hayamos acudido al médico y éste nos haya proporcionado medicamentos para aliviar las molestias que provoca el paladar inflamado, también hay remedios que podemos poner en práctica en casa con productos que suelen encontrarse en todos los hogares. Algunos de estos remedios son:
- Aplicar frío en la zona. El frío no solo ayuda a reducir la inflamación sino que también adormece la zona para reducir el dolor que pueda estar provocando. Para esto se puede beber agua helada, zumos de frutas que no sean cítricas como la manzana o la pera o batidos suaves (para los batidos, te recomiendo esta página con varios equipos qué comprar). Otra solución es comer polos de hielo de frutas no ácidas o meterse un cubito de hielo en la boca y mantenerlo entre diez y quince segundos.
- Aloe vera. Esta planta tiene grandes propiedades para la salud que también se pueden usar en el caso de sufrir paladar inflamado. Hay que extraer el gel del interior de una de sus hojas y aplicarlo mediante un hisopo de algodón sobre el paladar dos veces al día para reducir tanto el dolor como la inflamación. En el caso de no disponer de una planta de aloe vera, se puede comprar gel de aloe en la farmacia o en el herbolario.
- Miel. La miel ayuda a reducir la inflamación y además tiene efecto antibacteriano por lo que es muy efectiva cuando el paladar se ha inflamado a causa de una infección. Se aplica directamente en el paladar para mantenerla allí unos segundos antes de tragar. Aunque cualquier tipo de miel es beneficiosa para esta afección, la más recomendada es la miel de abeja.
- Hamamelis. El agua de hamamelis se puede usar a modo de enjuague bucal para aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar el proceso de curación en general.
- Bicarbonato de sodio. Para beneficiarse del bicarbonato hay que utilizar una cucharada mezclada con agua hasta formar una pasta espesa. Esta pasta se aplica en el paladar mediante un hisopo de algodón. Hay que dejarla reposar unos minutos y, después, enjuagar con agua fresca. Puede repetirse las veces que sean convenientes para aliviar el dolor.
- Zarzamora. Se pueden hervir hojas y tallos de la planta de zarzamora en agua y tras dejarlo reposar, usar la infusión para hacer enjuagues.
- Manzanilla. Esta planta puede emplearse de dos maneras para aliviar las molestias del paladar inflamado. Una de ellas es hacer una infusión con la que hacer enjuagues. La segunda es usar la propia bolsita con la que se ha hecho la infusión para aplicarla directamente sobre el paladar.
- Agua oxigenada. Para beneficiarse de las propiedades desinfectantes del agua oxigenada hay que mezclar medio vaso de la misma con medio vaso de agua y realizar enjuagues haciendo hincapié en la zona del paladar.
- Vinagre de manzana. El vinagre de manzana es otro de los productos que tiene muchas aplicaciones a la hora de aliviar molestias provocadas por afecciones en la boca. Hay que mezclarlo con agua y enjuagarse con la mezcla hasta tres veces al día.
- Corteza de granada. Tiene propiedades antibacterianas muy útiles en el caso de que la inflamación del paladar esté provocada por una infección. Hay que hervir las cáscaras en agua y hacer enjuagues tras dejar que repose y se entibie.
- Hojas de abedul. En los herbolarios se puede obtener hojas de abedul secas para hacer infusiones con las que se pueden realizar enjuagues varias veces al día. Sirve para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
El paladar inflamado es una afección que, aunque produce molestias, suele desaparecer por sí misma en pocos días. Por ello, si a pesar de aplicar remedios la inflamación persiste y aparecen otros síntomas como sangrado, pus o fiebre, hay que acudir de inmediato al médico para que realice un nuevo diagnóstico para evitar que surjan complicaciones.
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