La queilitis angular también es conocida como boquera o perleche, y consiste en unas heridas que aparecen en las comisuras de los labios y que resultan bastante dolorosas. Se trata en realidad de una afección de la piel que se caracteriza por la inflamación y la aparición de fisuras.
En sí la queilitis no resulta ser una enfermedad peligrosa, aunque sí muy molesta y dolorosa, pero si no se trata de la forma adecuada podría convertirse en algo crónico. Por ello, es conveniente aplicar remedios en cuanto aparecen los primeros síntomas.
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Qué es la Queilitis Angular
La queilitis angular es una lesión que se produce en el ángulo de la boca debido a una inflamación en la zona. Puede aparecer solamente en una de las comisuras de los labios o manifestarse en ambas. Es frecuente en ancianos, debido a la sequedad de boca y a la caída de la piel por el envejecimiento pero también aparece a menudo en niños, especialmente cuando aún no tienen dientes.
Al estar la comisura de los labios permanentemente mojada, se favorece la aparición de grietas. Pero además, esta zona húmeda se convierte también en un foco de infecciones al ser propicia para el desarrollo de todo tipo de gérmenes ya sean virus, bacterias u hongos.
La boquera es una afección que se puede contagiar a través de la saliva, especialmente mediante los besos o el uso compartido de los cubiertos, por lo que hay que tomar ciertas precauciones tanto si se padece esta enfermedad como si se convive o se pasa mucho tiempo con alguien que la tiene.
Causas de la Boquera
Aunque existen varias causas relacionadas con la boquera, se toma como principal la acumulación excesiva de saliva en las comisuras de la boca. Esto provoca que se facilite la maceración de la piel al estar permanentemente cubierta de saliva, la formación de fisuras y la consecuente infección de las heridas debido a la infiltración de hongos y bacterias.
Además, existen otros factores y situaciones de riesgo que pueden desencadenar la aparición de la queilitis angular, ya que basta con que se junte la acumulación de saliva en las comisuras de los labios con la infección de una herida en la misma zona.
- Edad avanzada. La piel de las comisuras de los pies caen como consecuencia del envejecimiento y favorecen que se acumule la saliva.
- Ausencia de dientes. Afecta principalmente a los niños de corta edad y a los ancianos. Al no haber dientes, el ángulo de la boca es distinto y favorece que la saliva se vaya acumulando en los laterales de los labios.
- Prótesis dentales y ortodoncias mal colocadas. Los aparatos de corrección bucodental que no se ajustan a la boca pueden provocar pequeñas heridas en las comisuras de los labios.
- Candidiasis oral. Entre otros síntomas, esta enfermedad puede provocar la aparición de grietas y heridas en las comisuras de los labios.
- Mala higiene bucodental. La falta de unos correctos hábitos de limpieza de boca, dientes y lenguas favorece la acumulación de bacterias en las comisuras de los labios.
- Alergia a productos bucodentales como la pasta de dientes o el enjuague bucal.
- Problemas relacionados con la piel. La dermatitis atópica, la dermatitis seborreica o la psoriasis pueden favorecer la aparición de la boquera.
- Sequedad de labios. La falta de una buena hidratación de la piel de los labios favorece la aparición de heridas.
- Medicamentos que tienen entre sus efectos secundarios la sequedad de boca.
- Hábito de humedecer constantemente los labios lo cual, además, los hace vulnerables a los gérmenes del interior de la cavidad bucal.
- Consumo excesivo de alimentos con alto contenido en azúcar, lo cual causa el desarrollo del hongo Candida y, por tanto, la Candidiasis oral.
- Uso de inhaladores. Los inhaladores, especialmente aquellos que llevan corticoides, favorecen el crecimiento de gérmenes en el interior de la cavidad bucal.
- Algunas enfermedades como la diabetes
- Consumo excesivo de alcohol
Síntomas
Existen una serie de síntomas que pueden estar indicando la presencia de la queilitis angular o boquera. Por lo general, se manifiesta en forma de grietas, fisuras, úlceras, enrojecimiento o costras en el canto de la boca, es decir, en las comisuras de los labios. Estas lesiones o heridas nunca llegan a extenderse hacia el interior de la boca permaneciendo siempre en el punto donde la piel de los labios se une con la mucosa.
La queilitis puede llegar a ser una lesión crónica
Al encontrar las lesiones en esta zona tan precisa de los labios, el solo hecho de abrir la boca ya puede llegar a provocar bastante dolor y también una intensa sensación de ardor en las comisuras. Aunque estas heridas no suelen sangrar, sí que se pueden infectar provocando la aparición de una costra formada por pus. Por supuesto, este dolor se agudiza al consumir alimentos ácidos como el vinagre o el limón.
Cuáles son los Tratamientos de la Queilitis Angular
No suele haber errores ni dificultades a la hora de diagnosticar una queilitis angular. Durante el diagnóstico, el médico evaluará la extensión de las lesiones y también si existen síntomas que se correspondan con otra enfermedad como la candidiasis oral o el herpes.
Para determinar cuál es el agente que ha causado la queilitis angular se realiza un frotis directo en la zona afectada para tomar muestras. En algunos casos, el médico puede decidir complementar esta prueba con unos análisis de sangre que ayuden a corroborar los resultados. Además, si existe la sospecha de que pueda existir alguna alergia, se harán también pruebas al respecto.
El principal objetivo de un tratamiento para la queilitis es mantener secas las comisuras de los labios
Para tratar de forma adecuada la boquera o queilitis es necesario saber con la mayor exactitud cuál es la causa que lo ha provocado ya que, eliminando la causa, se podrá eliminar con más facilidad y eficacia la propia boquera. La mayor parte de las veces esto basta para solucionar las molestias que provoca la queilitis.
Por ejemplo, en los casos de muchos ancianos basta con colocar una prótesis dental adecuada que impida que los pliegues de la piel faciliten la acumulación de saliva en la comisura de los labios. Si la boquera ha sido causada por una alergia, hay que retirar el agente alérgeno cuanto antes para que desaparezcan los síntomas.
Sin embargo, existen otros casos en los que no queda otro remedio que recurrir a los medicamentos. Por lo general se suelen aplicar pomadas ya que es la forma más directa de enfrentarse a estas lesiones aunque hay que tener precaución y no recurrir a la automedicación. En el caso de que hubiera presencia de hongos o de bacterias en las heridas habría que buscar la pomada o ungüento preciso.
El tratamiento para la boquera dura entre una y tres semanas
Los tipos de pomadas que se pueden usar contra la queilitis o boquera son:
- Si no hay infección microbiana, puede servir cualquier pomada que sea antiinflamatoria e hidratante. En este aspecto también resultan muy útiles las que tienen base de vaselina.
- Si hay infección por hongos hay que recurrir a pomadas con base de cotrimazol, nistatina o miconazol.
- Si hay infección por bacterias se deben emplear pomadas con mupirocina.
Además del tratamiento impuesto por el médico, mientras dure la queilitis se pueden adoptar otras medidas como, por ejemplo, no abrir demasiado la boca para evitar que se irriten las comisuras de los labios, no utilizar cosméticos ni pasta de dientes o evitar las comidas calientes o picantes en exceso.
También se pueden aplicar diversos remedios caseros que nunca tienen que sustituir al tratamiento dictaminado por el doctor sino complementarlo. Comer yogures o zumo de naranja (con pajita para evitar el contacto del ácido con las lesiones) ayudará a que las heridas cicatricen con mayor rapidez.
El gel de aloe vera, ya sea obtenido directamente de la planta o comprado en un herbolario, puede ayudar a combatir el crecimiento de las bacterias y de los hongos del género Candida. Este gel se puede aplicar de dos a tres veces al día directamente sobre las lesiones y se tiene que dejar una hora para que la piel lo absorba. Después de ese tiempo, hay que aclarar con agua tibia. El aloe vera también ayuda a calmar el dolor y el ardor de las lesiones.
La miel tiene propiedades antibacterianas y además, es un excelente regenerador de la piel, curándola y devolviéndole su aspecto original. Al igual que el aloe vera, se puede aplicar directamente sobre las heridas varias veces al día, repitiendo hasta que las lesiones hayan desaparecido.
El bicarbonato de sodio es otro remedio excelente para eliminar las bacterias que se hayan podido acumular en las comisuras de los labios provocando la queilitis. Para utilizarlo, hay que mezclarlo con un poco de agua hasta formar una pasta que se aplica en las heridas. Se puede repetir hasta tres veces al día y hay que dejar que actúe entre diez y quince minutos antes de enjuagarse. Tras quitar la pasta, es conveniente hidratar la zona con un poco de aceite de coco.
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