Los labios se encuentran a la entrada de la boca por lo que es fácil que acaben contrayendo enfermedades que afectan a la misma. Además, son una zona muy delicada y por lo tanto, es vulnerable a padecer diversas lesiones y trastornos.
Las enfermedades en los labios no son solamente una cuestión estética sino que, obviamente, también afectan a la salud. Nunca hay que subestimar los síntomas que puedan aparecer en los labios ya que, en ocasiones, pueden estar advirtiendo acerca de una patología más grave de lo que parece.
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Cuáles son las Enfermedades de los Labios Más comunes
Los labios son una de esas zonas del cuerpo en las que apenas solemos reparar a pesar de su importancia. Los labios ayudan a sujetar la comida y a mantenerla dentro de la boca. Además, son necesarios para el habla ya que intervienen directamente en la formación de las letras y de las palabras. Los labios tienen múltiples receptores que ayudan a distinguir las texturas y la temperatura de los alimentos.
Por ello, hay que prestar la debida atención a las enfermedades en los labios que puedan surgir. Algunas, como el liquen oral, la queilitis o las aftas bucales, son inocuas a pesar del dolor y de las molestias que puedan causar. Otras como el cáncer de labios, por desgracia, implican una situación de mucha más gravedad que debe atajarse lo antes posible.
También existen enfermedades como el labio leporino cuyo origen es congénito y no se pueden evitar aunque sí tienen solución y otras, como el herpes labial, son muy contagiosas y exigen mayor precaución y cuidados. A continuación ofrecemos las 7 enfermedades en los labios más comunes y de forma detallada para poder prevenir males mayores.
Herpes labial
Esta lesión puede llegar a resultar realmente dolorosa. Aparece en forma de pequeñas ampollas que erupcionan y se rompen, formando costras posteriormente. La causa del herpes labial es un contagio del virus del herpes simple que puede ser muy contagioso, especialmente a través de la saliva. Puede desencadenarse por episodios de altos niveles de estrés, por tener las defensas bajas, por los cambios hormonales (especialmente en mujeres) o por exposición a demasiado calor o frío. Es importante no confundirlas con las aftas bucales, que no son contagiosas.
No existe ningún remedio eficaz para curar el herpes labial. Suele desaparecer por sí mismo en una o dos semanas aunque si se toman medicamentos antivirales, este proceso se puede acelerar y además, puede prevenir la aparición de herpes en personas que tienen brotes recurrentes. También se pueden tomar medicinas que ayuden a aliviar las molestias y el dolor para que se haya más llevadero.
El herpes labial puede estar acompañado por otros síntomas como fiebre, dolor en las encías, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, dolor de cabeza o dolores musculares en general. Por lo general no es necesario acudir al médico ante un herpes labial a menos que éste se alargue más de dos semanas o que los síntomas se agraven en lugar de ir desapareciendo.
Cáncer de labios
El cáncer es una enfermedad que puede alcanzar también a los labios, normalmente al inferior. Los factores de riesgo relacionados con el cáncer de labios son una prolongada y excesiva exposición al sol y el consumo de tabaco, especialmente en aquellas personas que suelen fumar en pipa. El tratamiento empleado para combatir el cáncer de labios consiste en una cirugía dirigida a extraer la parte del labio afectada por las células cancerígenas. Esta cirugía puede tener apenas efecto estético cuando el cáncer es pequeño pero en el caso contrario, puede ser necesaria una pequeña reconstrucción del labio.
El cáncer de labios está considerado como un cáncer de piel y es uno de los tumores más frecuentes de los que aparecen en la cabeza y en el cuello. Por lo general, se manifiesta en forma de una costra que crece de dentro hacia fuera y que puede llegar a doler y a sangrar. Suele mejor alrededor de un centímetro.
Es un cáncer más frecuente en hombres que en mujeres, especialmente a partir de los 50 años de edad. Estas probabilidades aumentan si la persona en cuestión pasa mucho tiempo expuesta al sol sin protección o si es fumador.
Labio leporino
El labio leporino es un defecto congénito que ocurre cuando el tejido que forma el paladar y el labio superior no se unen antes de que se produzca el nacimiento, provocando así una hendidura en el labio superior. Esta abertura puede ser pequeña o llegar hasta la nariz, y por lo general aparece en uno u otro lado del labio. Rara vez se encuentra justo en mitad del labios.
Dependiendo de la gravedad del caso, el labio leporino puede provocar dificultades para comer o para hablar. Por ello, es muy importante detectar este problema con rapidez ya que puede emplearse la cirugía antes del primer año de edad para poder corregirlo. En ocasiones, más adelante es necesario recurrir a la terapia del habla, a otras cirugías o a ortodoncias, pero la mayoría de los niños con este problema crecen de forma saludable y sin problemas una vez se ha corregido el labio leporino.
Aftas bucales
Son lesiones muy dolorosas de color entre blanco y amarillento con el borde rojo que suelen desaparecer por sí mismas en una o dos semanas, aunque pueden tener brotes recurrentes especialmente si no se toman las medidas necesarias. No son contagiosas por lo que hay que evitar confundirlas con el herpes labial que sí es altamente contagioso. Sus causas son parecidas: exceso de estrés, cambios hormonales, alergias a algunos alimentos, falta de vitaminas y minerales… aunque en ocasiones no se puede determinar una causa concreta.
En la mayor parte de los casos, las aftas bucales desaparecen por sí solas por lo que no hace falta una medicación específica. En cambio, sí es posible aplicar cremas o pomadas que sirvan para aliviar las molestias que causan hasta que desaparecen. Es recomendable también abstenerse de comer alimentos picantes o demasiado condimentados para evitar aumentar el dolor y las molestias.
Queilitis
Esta enfermedad se manifiesta a través de una inflamación de los labios acompañada de sequedad de los mismos y la aparición de grietas verticales que pueden llegar a provocar un dolor muy intenso. Hay varias causas por las que puede aparecer la queilitis aunque una de las más frecuentes es la exposición prolongada tanto al frío como al calor. Otro de los motivos por los que aparece esta enfermedad es debido al uso de cosméticos en mal estado o de baja calidad, especialmente en el caso de los pintalabios.
Suele ser más habitual en niños y ancianos ya que son más propensos a la acumulación de saliva en las comisuras de los labios, principal causa de la aparición de la queilitis debido a la ausencia de dientes y a la caída de la piel de las comisuras respectivamente. Además, existen otros factores que propician la queilitis como una ortodoncia mal colocada, mala higiene oral, alergias a productos bucodentales, problemas de la piel, sequedad de labios o consumo excesivo de azúcar.
Liquen plano oral
Esta enfermedad no es exclusiva de los labios sino que afecta a la piel en general. Por lo general, cuando afecta a esta zona del cuerpo, suele manifestarse solamente en el labio inferior y por la parte interna. Éste aparece inflamado y cubierto por unas pequeñas placas de color púrpura o rojo que pueden llegar a provocar un picor intenso. También puede formar manchas reticuladas de color blanco, llagas o tejidos rotos e hinchados.
El liquen plano no se contagia de una persona a otra ya que la causa por la que aparece es el ataque del sistema inmunológico a las células de las mucosas bucales sin razón aparente. Este tipo de procesos se conocen como trastornos autoinmunitarios. Aunque los síntomas se pueden controlar con relativa facilidad, es importante no dejar pasar esta enfermedad ya que puede derivar en un cáncer de labios.
Los síntomas principales del liquen plano oral son sensación de dolor o ardor, sensibilidad a los alimentos picantes, ácidos o demasiado calientes, inflamación y molestias al hablar, comer o masticar.
Síndrome de alergia oral
Este síndrome es conocido también por sus siglas, es decir, SAO. Se trata de una reacción alérgica que afecta a la boca y, en el caso de los labios, provoca ardor, picazón e inflamación al tomar alimentos, por lo general determinados tipos de frutas y verduras crudas. Los síntomas comienzan con hormigueo y picazón que pasan a convertirse en inflamación y enrojecimiento en cuestión de minutos, aunque en ocasiones pueden tardar hasta una hora en aparecer.
Esta enfermedad se enfatiza en las personas que son alérgicas al polen ya que el sistema inmunológico interpreta que los alimentos ingeridos son polen y reacciona. En la mayor parte de los casos, si los alimentos problemáticos se ingieren cocinados, no se producen reacciones alérgicas.
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