Las encías sensibles se manifiestan especialmente cuando se toman alimentos o bebidas demasiado frías aunque hay otos factores que pueden desencadenar estas molestias. Aunque generalmente esta sensibilidad deriva del desgaste del propio esmalte de los dientes, existen otras causas que hay que contemplar para poder saber cómo aliviar las molestias y el dolor.
Sigue leyendo para saber qué causa las encías sensibles y descubrir lo que se puede hacer para aliviarlas.
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Causas de las Encías Sensibles
Las encías sensibles pueden tener su origen en diversas causas y, dependiendo de cual sea, habrá que adoptar unas medidas u otras. Por ello, es importante conocer de dónde viene esta sensibilidad y acudir al médico para que realice un diagnóstico.
- Placa bacteriana. Cuando no existe una higiene bucodental adecuada se produce una acumulación de placa bacteriana en la línea que une la encía con el diente, lo que provoca molestias y sensibilidad en la encía. Además, si esta placa no se retira, puede convertirse en sarro y causar la aparición de las caries.
- Reducción del esmalte. Un cepillado demasiado agresivo puede causar que el esmalte dental se desgaste provocando que la dentina quede al descubierto. La dentina está conectada con los nervios del diente por lo que cualquier roce o presión puede causar molestias.
- Gingivitis. Esta enfermedad provoca la inflamación de las encías y por ello, éstas adquieren mayor sensibilidad de lo habitual. Sus causas pueden ser el tabaquismo, el déficit nutricional, alergia a algún medicamento o la mala higiene de la cavidad bucal.
- Síndrome de la boca seca o xerostomía. Causado por algunos medicamentos, enfermedades autoinmunes o tratamientos de radioterapia, supone la reducción en la producción de saliva, lo que provoca problemas en los encías, entre ellos, la sensibilidad.
- Cambios hormonales. Afectan especialmente a las mujeres en distintas etapas de su vida como la adolescencia, el embarazo, el parto y la menstruación.
Cómo aliviar las Encías Sensibles
Existen algunas precauciones que se pueden tomar para aliviar las encías sensibles y para evitar que sigan provocando esas molestias. Una de ellas es llevar a cabo el cepillado de dientes con suavidad y en movimientos circulares. No por hacer más presión con el cepillo significa que los dientes van a estar más limpios; por el contrario, se pueden dañar las encías y el esmalte dental. Además, el cepillo tiene que tener cerdas suaves.
Existen pastas de dientes especialmente creadas para las encías sensibles por lo que una de las primeras medidas que se deben tomar cuando se tiene sensibilidad en las encías es adquirir uno de estos dentífricos. Tienen una composición rica en flúor, nitrato de potasio y cloruro de estroncio, sustancias que actúan como crema protectora sobre las encías sensibles.
Por supuesto, hay que mantener una adecuada rutina de higiene bucal. Hay que cepillarse los dientes por la mañana y por la noche, completar esta limpieza con el hilo dental y cambiar habitualmente de cepillo cuando las cerdas estén desgastadas. Además, es conveniente usar enjuague bucal con flúor a diario ya que ayuda a reducir la sensibilidad de las encías.
Hay que evitar tomar alimentos demasiado fríos, calientes, ácidos o con gran contenido en azúcar, así como bebidas con gas. En el futuro, una vez que las encías hayan recuperado su sensibilidad normal, se debe tener precaución con este tipo de comidas para evitar que las encías vuelvan a dañarse.
Remedios Caseros
Además de las medidas mencionadas más arriba, existen una serie de remedios que se pueden llevar a cabo en casa para complementar los cuidados de las encías sensibles y aliviar las molestias que causan.
- Leche en polvo. Masticar una cucharada de leche en polvo por las mañanas hace que se refuercen las encías.
- Enjuagues con agua y sal. Esta mezcla actúa como antibacteriano aliviando la irritación y la inflamación de las encías, así como su sensibilidad.
- Beber mucha agua. Además de ayudar a mantener limpia la boca, favorece la producción de saliva, agente sanador natural.
- Usar compresas calientes y frías. Las primeras alivian el dolor y las segundas, reducen la inflamación. Es importante no colocarlas directamente sobre las encías sino en la cara, ya sea en las mejillas o en los labios.
Las encías sensibles pueden aliviarse siguiendo recomendaciones y empleando remedios caseros en cuanto se detecten las primeras molestias. Si esta afección se ignora, las encías pueden llegar a retraerse dejando a la vista la raíz del diente y favoreciendo la aparición de infecciones que pueden conllevar problemas más importantes.
Además, si las encías aparecen irritadas, enrojecidas o sangran, se debe acudir cuanto antes a la consulta del médico para que determine su gravedad y pueda aplicar el tratamiento correspondiente.
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