Todo aquel que ha sufrido alguna vez de amígdalas inflamadas o Amigdalitis sabe muy bien lo molestas que éstas pueden llegar a ser. Y si estás leyendo esto porque es la primera vez que sufres esta afección y no sabes qué hacer, no hace falta que busques más.
Aquí te ofrecemos veinte remedios caseros no solo para curar las amígdalas inflamadas sino también para aliviar todas las molestias que implican. Se trata de métodos sencillos y económicos que llevar a cabo con productos que suelen estar de forma habitual en nuestros hogares por lo que no tendrás dificultad en acudir a ellos.
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¿Por qué se inflaman las amígdalas?
Las amígdalas son ganglios linfáticos que se hallan en la parte posterior de la boca y en la zona superior de la garganta. Normalmente se ha procedido siempre a su extirpación, especialmente cuando la inflamación afectaba a niños pequeños, pero en los últimos tiempos se ha empezado a prescindir de esta práctica ya que se comienzan a valorar los beneficios de las amígdalas para el organismo.
Sin embargo, la amigdalitis, también conocida como anginas, precisamente aparece a causa de un virus propagado por un elemento extraño que llega a través del aire o por contacto directo. Esa infección puede afectar a una o a las dos amígdalas.
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Aproximadamente en un 40% de los casos esta infección suele durar entre dos y tres días aunque depende del tratamiento y del nivel de gravedad que exista. Existen pacientes que han llegado a tener síntomas durante una semana.
Síntomas de las amígdalas inflamadas
Hay algunos síntomas básicos a los que prestar atención para determinar si estamos sufriendo de amigdalitis aunque, en última instancia, siempre hay que acudir al médico para que elabore un diagnóstico más preciso.
¿Cómo saber si tengo Amigadlitis? Aquí la respuesta:
- Dificultad para tragar y para ingerir líquidos a causa de la inflamación de la garganta
- Fiebre, aunque en ocasiones puede no aparecer
- Dolor de garganta intenso y que se alarga más de un par de días
- Dolor de oído al extenderse la inflamación hacia el sistema auditivo. Este síntoma no tiene por qué aparecer.
- Cansancio y dolor de cabeza con la sensación de estar embotado.
- Dificultad para respirar por la garganta inflamada
- Pus en la garganta
- Sensación de boca seca
- Dolor en las mandíbulas
- Afonía o pérdida de la voz
Remedios Caseros para las amígdalas inflamadas
A continuación presentamos algunos remedios caseros para combatir las molestias que provoca la inflamación de las amígdalas.
Ajo
El ajo de uno de los productos naturales con más propiedades bactericidas por lo que su uso como antibiótico es muy efectivo en casos de infecciones e inflamaciones.
En este caso, para bajar la inflamación que provoca la amigdalitis, se recomienda comer un diente de ajo en ayunas junto con un vaso de agua.
Ajo y miel
Otro remedio para las amígdalas inflamadas consiste en hacer un jarabe a base de ajo y miel. De esta manera, logramos unir las propiedades antibióticas y y antiinflamatorias del ajo con las bondades de la miel logrando como resultado calmar el dolor, reducir la mucosidad y evitar las molestias causadas por la infección.
La forma de hacer este jarabe es triturar un diente de ajo crudo y mezclarlo con una cucharada de miel. Hay que tomar una cucharada en ayunas que puede diluirse en medio vaso de agua tibia para que sea más fácil.
Gárgaras de limón y bicarbonato
La mezcla de estos dos ingredientes da como resultado un poderoso antibacteriano, es decir, un remedio más que eficaz para combatir la infección de las amígdalas.
Lo que hay que hacer es hacer zumo de un limón, añadirle un vaso de agua para rebajarlo y después, echar una cucharadita de bicarbonato. La mezcla se remueve bien y se usa para hacer gárgaras cinco veces al día.
Gárgaras de limón y sal
En este caso, el remedio es muy parecido al anterior ya que seguimos aprovechándonos de las propiedades del limón solo que mezclándolo con sal en lugar de bicarbonato, una alternativa si en casa no tenéis de éste último.
Infusión de manzanilla y salvia
Si los remedios anteriores te resultan demasiado desagradables o el limón es demasiado fuerte, puedes recurrir a estas plantas medicinales de sabor más suave pero idéntica eficacia pues también son bactericidas y antisépticas.
Para usar este remedio hay que tomar 15 gramos de manzanilla y 15 hojas de salvia y hacer aproximadamente un litro de infusión. Tras hacerlo hervir, hay que dejarlo reposar aproximadamente unos diez minutos. Esa infusión se tiene que tomar cuatro veces al día en sorbos pequeños y nunca demasiado caliente.
Gárgaras de orégano
El orégano no solamente es un gran antiséptico sino que también tiene propiedades antiinflamatorias, algo que viene muy bien en el caso de la amigdalitis. Es uno de los remedios más sencillos pues simplemente hay que poner una cucharadita de orégano en una taza de agua caliente y dejar reposar. Tras colarlo, se puede tomar como infusión o usarse para hacer gárgaras a lo largo del día.
Infusión de tomillo y limón
La infusión de tomillo y limón ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, lo que hace que el cuerpo tenga una mejor capacidad de respuesta ante el ataque de virus y bacterias.
Tomar este té alivia la irritación de la garganta, reduce la inflamación de las amígdalas y alivia síntomas como puede ser el exceso de producción de mucosidad.
Para ello, hay que poner una taza de agua al fuego y una vez que empiece a hervir, agregar una cucharada de tomillo y el zumo de medio limón. Tras dejar reposar la bebida, colarla y endulzar con un poco de miel. Se puede tomar hasta dos veces al día.
Gárgaras con caléndula y miel
El té de caléndula y miel es otra de esas mezclas de productos naturales que resultan muy efectivas para combatir la infección de las amígdalas: es antiinflamatoria, analgésica y antibiótica, por lo que no necesitaremos combinarla con ningún otro remedio.
Para realizarlo tenemos que añadir una cucharada de flores de caléndula a una taza de agua hirviendo y agregar miel después. Tras dejarlo reposar unos minutos, la mezcla se cuela y con el resultado se hacen gárgaras de dos minutos. Este tratamiento debe ser realizado dos veces al día.
Gárgaras de romero
El romero es otra de esas plantas esenciales en enfermedades como la amigdalitis. Es antiséptico, alivia el dolor, baja la inflamación, elimina la infección… por lo que resulta uno de los productos naturales más completos para tratar las molestias de las amígdalas inflamadas.
La elaboración de este remedio conlleva algunos pasos más que los anteriores pero merece la pena. Hay que poner al fuego media taza de vino blanco, dos cucharadas de miel y dos ramitas de romero. Se deja hervir y después, el resultado se cuela y se hacen gárgaras con él tres veces al día. El líquido debe estar a lo sumo tibio, nunca caliente.
Vinagre de manzana y miel
Esta mezcla lleva unos ácidos naturales que contribuyen a alterar el ambiente en el que proliferan los microorganismos por lo que no solo evita que se produzcan infecciones sino que además, frenan las que existan al no poder desarrollarse.
La receta es tan sencilla como añadir una cucharada de vinagre de manzana y una cucharada de miel a un vaso de agua caliente y beberlo a sorbos cuando aún esté caliente, sin dejar que se entibie pues perdería su efecto.
Gárgaras con sal y bicarbonato
La mezcla de estos dos componentes ayudan a eliminar la presencia de bacterias en la boca, culpables de provocar no solo la amigdalitis sino otras enfermedades. Además de facilitar la eliminación de gérmenes, también tienen efectos antiinflamatorios.
Esta solución es sencilla: tan solo hay que echar una cucharadita de sal y otra de bicarbonato en medio vaso de agua tibia. Tras remover bien, hay que hacer gárgaras, nunca tragarse el líquido. Se puede repetir dos o tres veces al día.
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Pero aún hay más cosas que puedes hacer para luchar contra las amígdalas inflamadas y en especial, contra el dolor de garganta que, sin duda, es el síntoma más molesto.
- Beber líquidos fríos o tibios (nunca calientes)
- Hacer gárgaras con agua y sal
- Chupar pastillas de benzocaína o similares para el dolor (no utilizar en niños muy pequeños)
- Colocar una toalla caliente alrededor del cuello para tratar de bajar la inflamación. A la toalla se le puede añadir un chorro de vinagre de manzana.
- Tomar alimentos ricos en vitamina C como fresas, naranjas, piña, mandarinas, tomates, limón, espinacas, espárragos, rúcula, repollo, berro…
En cualquier caso, siempre hay que consultar con el médico, especialmente cuando la inflamación de las amígdalas es tan grande que casi pueden tocarse. Este caso es peligroso ya que podrían llegar a impedir la respiración causando asfixia. Ante cualquier duda, es prioritario acudir a un profesional que será quien nos indique exactamente qué hacer y nos dé un diagnóstico claro.
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Fuentes:
Me fue de mucha ayuda gracias