El Dolor de Dientes es de lo peor que nos puede ocurrir en la boca. ¿No estás de acuerdo?
A pesar de que no lo parecen, los dientes son una de las partes más sensibles y delicadas de nuestro cuerpo. Por eso, es muy habitual que la gente, al menos una vez en su vida, padezca dolor de dientes. El dolor de dientes puede llegar a ser tan fuerte que quien lo ha sentido asegura que no existe nada comparable y muchos repiten la típica frase: «no se lo deseo ni a mi peor enemigo».
Sin embargo, las causas que provocan el dolor de dientes pueden obedecer a múltiples motivos y por ello es importante acudir a un profesional que realice un diagnóstico adecuado. Aquí vamos a explicar qué puede causar el dolor de dientes y qué puedes hacer para aliviarlo.
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Causas del dolor de dientes
Vamos a comenzar qué hechos son los que provocan el dolor de dientes:
- Putrefacción dental o diente agrietado: cuando esto sucede, el diente se abre y deja expuestos los tejidos internos favoreciendo que se produzca una infección que afecte a los nervios. Cuando esta infección llega además a la pulpa dental, es decir, a la parte interna del diente formada por vasos sanguíneos, nervios y células, se produce una pulpitis, causando gran dolor y muchas veces, un daño permanente en la pieza dental.
- Abceso: se produce cuando hay una infección alrededor de la raíz del diente por lo que el dolor se percibe en la base del mismo. Esta condición se conoce con el nombre de periodontitis periradicular aguda.
- Aparatos dentales mal colocados: desde prótesis, coronas o implantes, el hecho de que uno de estos elementos esté mal ajustado puede provocar dolor en los dientes.
- Rechinado de dientes: la costumbre de apretar los dientes incluso de forma involuntaria causa el deterioro en el esmalte dental haciendo que las piezas dentales sean más sensibles.
- Muelas del juicio: también llamadas «cordales», las muelas del juicio, las últimas en salir, pueden provocar mucho dolor cuando empiezan a asomar a la vez que fiebre y pérdida de apetito.
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Cómo interpretar el tipo de dolor en los dientes
Una vez que hemos expuesto algunas de las causas por las que pueden doler los dientes, vamos a ver qué es lo que significa cada tipo de dolor pues es una forma también de aproximarnos a lo que lo está causando. Además, si vamos al dentista, es importante que sepamos identificar con la mayor exactitud posible el tipo de dolor que estamos teniendo para que lo pueda valorar en el momento de hacer su diagnóstico.
- Dolor en el diente: cuando lo que duele en sí es el propio diente quiere decir que seguramente se haya roto, que exista una caries o cualquier tipo de infección que le afecte en su interior.
- Sensibilidad al calor: este tipo de dolor solamente aparece cuando sometemos al diente al contacto con alimentos o bebidas que estén calientes. Normalmente quiere decir que el diente tiene una grieta. Las bacterias entran por esa grieta y al contacto con el calor emiten un gas que permanece dentro del diente creando presión en los nervios del mismo y provocando dolor intenso.
- Sensibilidad al frío: aparece cuando consumimos alimentos o bebidas muy fríos. Es señal de que está expuesta la dentina, es decir, la capa inferior del diente, permitiendo que la sensación de frío afecte a los nervios del mismo y causando dolor.
- Dolor palpitante: esta clase de dolor aparece cuando crece la cantidad de flujo de sangre que llega al diente, lo que ocurre cuando éste se encuentra inflamado por efecto, normalmente, de una infección.
- Dolor de todos los dientes en general: cuando el dolor se extiende prácticamente a toda la dentadura puede ser indicativo de que padecemos de rechinado de dientes o bruxismo. Este dolor también puede estar causado por la recesión de las encías (conocida como recesión gingival) o por la gingivitis o inflamación de las encías. Tener erosionado el esmalte dental en general también puede provocar dolor en los dientes.
Remedios para aliviar el dolor de dientes
A continuación te ofrecemos algunos remedios que pueden ayudarte a que el dolor de dientes sea más soportable. Sin embargo, recuerda que ninguno de estos métodos sirven para sustituir al profesional así que, aunque recurras a ellos, no olvides pedir cita a tu dentista para que te haga una revisión y dictamine la mejor manera de ayudarte.
Clavo de olor
Esta especia es una de las mejores que hay a la hora de poner remedio a cualquier afección relacionada con la cavidad bucal. Es antibacteriana, antiinflamatoria y anestésica por lo que nos provee de todo lo que necesitamos. Para beneficiarnos de sus propiedades, tenemos que machacar algunos clavos y mezclarlos con aceite de oliva o cualquier otro de origen vegetal. Después, hay que aplicar la mezcla directamente en el diente afectado usando un pequeño algodón. Si lo preferimos, también podemos usar el clavo de olor en forma de aceite esencial para añadir unas gotas a un vaso de agua y hacer enjuagues bucales.
Agua con sal
Con esta mezcla podemos crear nuestro propio enjuague bucal casero que nos ayudará a desinfectar la zona. Hay que disolver una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y remover. Con la mezcla hay que hacer enjuagues hasta que empecemos a notar alivio. Lo bueno de este tipo de remedios naturales es que no tiene efectos secundarios y podemos recurrir a ellos siempre que lo necesitemos.
Hielo
El hielo es tremendamente efectivo para adormecer los nervios y por tanto, aliviar el dolor. Para ello, tenemos que coger cuatro o cinco cubitos de hielo y envolverlos en un paño que aplicaremos sobre la mejilla o la boca, justo en el lugar en el que se encuentre el diente que nos está provocando el dolor. Tras aplicarlo, conviene esperar unos minutos antes de volver a presionar el hielo contra la piel.
Sal y pimienta
Este es uno de esos remedios a los que podemos recurrir fácilmente ya que son ingredientes que todos tenemos en la cocina de casa. Ambos tienen propiedades antibióticas así que si las juntamos, resultan ser excelentes aliados para combatir las infecciones. Se trata de mezclar la sal y la pimienta con un poco de agua hasta conseguir hacer una pasta. Después, aplicamos esta pasta directamente sobre el diente afectado y dejamos que actúe durante unos minutos. Podemos repetir este proceso a lo largo de varios días mientras notemos que hace efecto.
Ajo
En esta lista no podía falta el ajo, de sobras conocido por los efectos beneficios que tiene en el organismo. Sus propiedades antibióticas y antiinflamatorias son las indicadas para tratar cualquier problema de los dientes. Para ello, tenemos que rallar un ajo y mezclarlo con una pizca de sal para aplicar después la mezcla directamente sobre el diente que nos duele. Una solución más rápida aunque quizá menos agradable es directamente masticar un diente de ajo crudo.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato, además de usarse como un excelente blanqueador natural, también es muy útil como analgésico y para aliviar las encías inflamadas. De hecho, actualmente varios fabricantes de pasta de dientes lo incluyen en la fórmula de su producto. Usarlo es muy sencillo: primero tenemos que humedecer un poco de algodón en agua, después embadurnarlo en el bicarbonato y a continuación, aplicarlo sobre el diente con suavidad. Si se prefiere, puede usarse como enjuague si se disuelve una cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua tibia.
Limón
El limón posee un ácido cítrico muy útil a la hora de acabar con los gérmenes que provocan una infección. Su contenido en vitamina C previene el desgaste dental. Puede usarse mezclando el zumo del limón con bicarbonato hasta hacer una pasta que aplicaremos directamente sobre el diente afectado. Y una forma más sencilla aún es morder directamente una rodaja de limón asegurándonos de que el jugo penetra bien entre los dientes.
¿Te han gustado estos Remedios para Quitar el Dolor de Dientes? Si es así te recomiendo leer nuestra categoría de enfermedades de la boca donde seguro encontrarás mucha más información al respecto, también está la categoría específica de las enfermedades de los dientes para ir más al detalle:
