Cuando escuchas eso de “boca sana y limpia” seguro que lo primero que se te viene a la cabeza es una bonita sonrisa donde aparecen unos dientes blancos perfectamente alineados ¿A qué sí?
Pero tener una boca sana y limpia no solo es para presumir de sonrisa, sino que ésta repercute en que tengamos o no una buena salud, pues entre otras cosas influye muchísimo en el sistema digestivo.
Por eso mismo vamos a darte una serie de pautas y recomendaciones para que mantengas una boca sana y limpia durante muchos años.
¡Toma buena nota!
ÍNDICE DE CONTENIDO
Cómo debe ser una boca sana por dentro
Claro que, antes de darte los consejos oportunos te vamos a describir cuales son las características de una boca sana.
De esta manera sabrás reconocer cuando algo no está bien para ponerle remedio cuanto antes visitando al médico para que nos diagnostique y nos indique qué debemos hacer.
Una boca sana se caracteriza por:
- La mucosa oral, que no es más que el revestimiento de la boca y que comprende las mejillas interiores y la parte de los labios interiores, tiene que presentar un color rosa oscuro, tirando a rojizo.
- Las encías tendrán un color algo más claro, tirando a rosado, y rodearán perfectamente ajustadas a cada una de las piezas dentales.
- El paladar, se compone de dos partes: una dura, que está ubicada en la parte frontal donde se encuentran las crestas alveolares; y otra blanda, ubicada en la parte posterior. Ambos paladares cuando están sanos tendrán el mismo tono rosa rojizo que la mucosa oral.
- La úvula o campanilla tendrá el mismo color que el resto de la boca y colgará en vertical sin tener que apreciar nada más a su alrededor.
- La lengua tiene que presentar un color rosáceo y todas las pequeñas proyecciones de las que se compone en su parte superior y donde se encuentran albergadas las papilas gustativas deben presentar el mismo tamaño y color.
- Las glándulas salivales son las responsables de la segregación de la saliva y de mantener siempre húmedo el interior de la boca.
Gracias a la saliva además de mantener un pH correcto, se realiza la primera digestión que tiene lugar mientras masticamos la comida, además de ser responsables de eliminar gran parte de las bacterias causantes de las caries, evita la pérdida de minerales de los dientes, pero es que también contiene anticuerpos y enzimas, entre otras muchas cosas, que son capaces de eliminar bacterias, virus y levaduras.
Y otro factor a tener muy en cuenta, una falta de salivación produce mal aliento.
Cuidados para mantener una boca sana
Ahora que tenemos claro cómo es una boca sana, vamos a pasar a darte las recomendaciones y pautas necesarias a realizar para mantener tu boca en la mejor de las condiciones.
Cepilla tus dientes diariamente
Imprescindible que al menos te cepilles los dientes 3 veces al día, coincidiendo siempre con las comidas principales (desayuno, comida y cena).
Para un correcto cepillado tienes que colocar tu cepillo de dientes con una inclinación de 45º y proceder a un masaje suave en círculos sobre cada uno de los dientes sin olvidar cepillar las encías e intentando que las cerdas pasen entre los dientes.
Por supuesto, tienes que cepillarte tanto en la parte interna como externa de los dientes y en la parte superior de los molares.
Por cierto, que un buen cepillado de dientes nunca durará menos de 2 o 3 minutos. Si tardases menos lo que tendrías que hacer es volver a cepillarte otra vez todos los dientes y en el mismo orden.
Y no olvides cambiar tu cepillo de dientes cada tres meses, pues aunque lo limpies después de cada cepillado y lo veas como nuevo éste con cada uso irá capturando bacterias que a la larga nos pueden llegar a perjudicar.
Correcto uso de la pasta de dientes
Utiliza una pasta de dientes pero echa poca cantidad, aproximadamente como un grano de arroz o una lenteja.
La función de la pasta de dientes no es otra más que la de proporcionarnos un aliento fresco y limpio y la de impregnar de flúor cada uno de los dientes que cepillamos y nada más, porque lo que realmente elimina las bacterias y sustancias adheridas a los dientes es el cepillo de dientes.
Respecto a la pasta de dientes utiliza la que más te guste, mientras tenga flúor lo demás es indiferente.
De hecho, no te obsesiones con comprar pasta de dientes blanqueante porque no funcionan, algo que comentamos en el post sobre “En qué consiste el blanqueamiento dental”.
Utiliza cepillo lingual o raspador de lengua
Son unos cepillos o raspadores especiales para la lengua que ayudan a eliminar las bacterias acumuladas en la lengua, principales causantes del mal aliento.
Si utilizas este método con hacerlo una vez al día será más que suficiente. Si por el contrario optas por el cepillo de dientes entonces tendrás que limpiar tu lengua cada vez que te cepilles.
Usa hilo dental o cepillos intradentales
Tienes que utilizar el hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente antes de acostarte. De esta manera te aseguras que te acostarás con la boca totalmente limpia.
El hilo dental o cepillo intradental llegará a todos esos rincones entre los dientes en los que no puede llegar el cepillo de dientes, por mucho empeño que pongas.
Enjuagues bucales o colutorios
Utilízalos después de cada cepillado o al menos una vez al día, preferiblemente por la mañana.
El colutorio tiene la facultad de ayudar a eliminar la placa dental y bacteriana, ayudando también a mantener un aliento fresco y limpio.
Eso sí, en ningún caso el uso del colutorio significa la sustitución del cepillado.
Come chicle
Sobre todo si no puedes cepillarte los dientes después de alguna de las comidas y por supuesto, el chicle tiene que ser sin azúcar y rico en xilitol.
Lo que se consigue al masticar el chicle es que se salive más, y como ya comentamos, la saliva es el mejor aliado natural que existe contra las caries.
Visita a tu dentista
Al menos una vez al año para realizarte una limpieza bucal a fondo y que compruebe que no hay caries u otros problemillas bucales.
Y por supuesto a la mínima que sientas algo de dolor, te sangren las encías o creas que algo no está como debiera, sin dudarlo ve a visitarlo, te sacará de dudas y te dirá como remediarlo.
Otros consejos a tener en cuenta
Ya te hemos explicado todo lo relacionado a la limpieza bucal, que es parte fundamental para tener una boca sana y limpia, pero hay otros factores que también tienes que tener en cuenta, como son:
- Mantener una alimentación sana y variada, rica en frutas y verduras y donde los azúcares apenas aparezcan.
- No abuses de las bebidas carbonatadas, tienen mucho azúcar y lo primero que encuentran cuando las consumes son tus dientes.
- No utilices palillos para quitarte pequeños restos de comida que hayan quedado entre los dientes, podrían dañar el esmalte, producirte alguna herida en la encía o incluso romperse y quedar alguna astilla clavada.
- No muerdas bolígrafos, lapiceros o similares, porque según los muerdes el plástico o la madera irán arañando el esmalte del diente.
- No cortes el hilo con los dientes, con el tiempo se pueden incluso romper los dientes, pues vas desgastándolos eliminando el esmalte y haciendo que esa parte se vuelva muy débil.
- Cuidado si padeces bruxismo, debes corregirlo urgentemente visitando a tu odontólogo quien te creará una férula que deberás utilizar a la hora de dormir.
El bruxismo es cuando duermes y aprietas los dientes fuertemente, como consecuencia te levantarás con dolor de mandíbula y/o muelas, como cuando comes mucho chicle.
Si no lo corriges a tiempo puedes llegar a fisurar e incluso a romper los dientes. - No abuses del alcohol éste acabará dañando los dientes y coloreándolos
- No fumes, el tabaco además de teñir los dientes de amarillo, favorecer el mal aliento, debilita las encías, pueden incluso caerse los dientes y es también responsable de la aparición del carcinoma o cáncer oral.
Y hasta aquí nuestros consejos para que tengas la mejor de las bocas más sanas y limpias. Ahora queda de tu mano que corrijas esos pequeños malos hábitos (y que todos hemos tenido en un momento dado) y a presumir de sonrisa y buena salud.
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