El cáncer de encías es uno de los cánceres que se pueden sufrir dentro de la cavidad bucal. Puede tener varias causas y aunque, por lo general, se relaciona con una parte determinada de la población, esto es, mayores de 50 años y fumadores habituales, lo cierto es que no hay un patrón común.
En este artículo hablaremos acerca del cáncer de encías, sus causas, sus síntomas y cómo se hace el diagnóstico. Además, aportamos información acerca de los mejores métodos de prevención para tratar de evitar padecer este tipo de cáncer.
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En qué Consiste el Cáncer de Encías
El cáncer de encías, junto con el de paladar, labios, lengua y mejillas, es uno de los cánceres habituales que surgen en el interior de la boca. La mayor parte de los casos se asocian a hombres mayores de 50 años que consumen alcohol y fuman pero esto no quiere decir que alguien que no encaje en esta descripción no esté en riesgo de sufrir cáncer de encías.
Es menos frecuente que otros cáncer de la boca como, por ejemplo, el de labio, pero también es más difícil de localizar en sus estadios más tempranos por situarse en una zona que no está directamente a la vista. Además, en ocasiones las lesiones o heridas se pueden confundir con el efecto de la acumulación de saliva o incluso con el sarro.
En España, este tipo de cáncer afecta a siete de cada 100.000 personas al año. Cuando se detecta de forma prematura, prácticamente un 90% de los casos el tratamiento progresa de forma adecuada permitiendo la curación del paciente. Por desgracia, la poca atención y la dejadez hace que dos de cada tres cánceres de este tipo sean detectados cuando las posibilidades de tratamiento y curación son bastante menores.
Causas del Cáncer de Encías
El cáncer aparece cuando las células sufren mutaciones en su ADN que les permiten seguir creciendo haciendo que las células sanas mueran sin desarrollarse. Una vez que estas células cancerosas se acumulan, forman un tumor que puede extenderse desde las encías hasta el resto de la boca e incluso por la cabeza y el cuello.
No se sabe a ciencia cierta qué es lo que causa estas mutaciones en las células de la cavidad bucal pero sí se han identificado algunos factores de riesgo que podrían considerarse como posibles causas del cáncer de encías. Estos factores de riesgo son los siguientes:
- Consumo de tabaco en cualquiera de sus formas, ya sea como cigarrillos, pipas, rapé o tabaco de mascar. El tabaco, tanto fumado como masticado, expone a las encías y al resto de la boca a una gran cantidad de sustancias cancerígenas.
- Exceso de consumo de alcohol. El alcohol puede irritar las encías y hacerlas vulnerables ante cualquier sustancia agresiva. Por ello, hay que limitar la cantidad que se consume.
- Exposición excesiva al sol. Aunque el sol no incide directamente en las encías, sí puede provocar alteraciones en los labios que se extiendan hasta esa zona. Además de cubrirse con sombreros o pañuelos, es importante usar protector solar también en los labios, algo que se suele olvidar.
- Virus del Papiloma Humano. Este factor es especialmente peligroso ya que apenas se manifiesta y se puede seguir transmitiendo a otras parejas sexuales si no se toman las medidas adecuadas. En cualquier caso, es uno de los factores más débiles pues la mayor parte de la gente que padece este virus no llega a desarrollar cáncer de encías.
- Debilidad del sistema inmunológico. A menudo, la culpa de esta debilidad la tienen determinados medicamentos como, por ejemplo, los inmunodepresores.
- Dieta con déficit de nutrientes. Hay que consumir verduras y frutas frescas para mantener una alimentación equilibrada que permita al organismo beneficiarse de vitaminas y minerales. Consumir panes, pastas y cereales integrales así como comer pescado, aves o habas en lugar de carnes rojas y procesadas puede ser útil para reducir el riesgo de sufrir cáncer de encías.
- Higiene bucal deficiente. La acumulación de restos de alimentos que no son debidamente eliminados mediante el cepillado de dientes, el hilo dental y el enjuague bucal pueden conducir a la formación de placa bacteriana y, posteriormente, de sarro. Todo esto conduce a diversos problemas de salud bucodental que favorecen el desarrollo de las células cancerígenas. Por ello, no solamente hay que cuidar la higiene dental diaria sino acudir al dentista para que lleve a cabo una limpieza profesional completa.
Signos y Síntomas
El cáncer de encías se puede manifestar a través de diversos síntomas, algunos de ellos fácilmente confundibles con otras enfermedades por lo que siempre hay que acudir al médico para que verifique de qué se trata.
Los síntomas más comunes del cáncer de encías son:
- Lesión en la encía en forma de mancha rojiza o blanquecina
- Sangrado habitual, incluso aunque no haya cepillado de dientes
- Dolor en la zona en la que aparecen las lesiones
- Dientes que se mueven con facilidad
- Sensación constante de incomodidad en la boca
- Inflamación de las encías
- Pérdida de peso
- Mal aliento constante
- Dolor al masticar y al apretar los dientes
- Dolor y rigidez en la mandíbula
Diagnóstico
Aunque algunos de los síntomas anteriores puedan ser objeto de sospecha en cuanto a padecer cáncer de encías, lo cierto es que es imprescindible realizar pruebas clínicas para tener la certeza de que se está ante un tumor de encías. Para ello, la primera prueba que se lleva a cabo es una biopsia de la lesión que aparece en las encías para poder analizarla y conocer cuál es su naturaleza.
Si el paciente toma alcohol y fuma de forma habitual, es muy probable que se trate de un cáncer aunque siempre habrá que esperar el resultado de las pruebas. De hecho, en estos casos se suelen realizar análisis de las vías respiratorias y digestivas en busca de otras lesiones y, si se encuentran, también se llevará a cabo una biopsia sobre ellas por si tuvieran naturaleza cancerosa.
Además de una biopsia, el médico realizará otra serie de pruebas como rayos X, análisis de sangre y también elaborará una historia clínica completa del paciente que incluirá también datos acerca de sus familiares así como detalles sobre sus hábitos respecto a la salud dental. En los casos en los que el dentista así lo considere, se puede llevar a cabo una resonancia magnética.
En el caso de que el diagnóstico dé como resultado que, en efecto, existe un cáncer de encías, existen tres tratamientos posibles para resolverlo. Uno de ellos es la cirugía mediante la cual se extraería una o varias piezas dentales, dependiendo de la zona afectada por el cáncer, aunque en estados más avanzados suele ser necesario eliminar también tejidos. El segundo tratamiento es la radioterapia, si el cáncer está en una estadio temprano, y el tercero, la quimioterapia.
La cirugía se puede combinar con los otros dos tratamientos aunque en realidad, y como ocurre con todos los tipos de cáncer, cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más posibilidades hay que recurrir a métodos menos agresivos para la salud. Por ello es tan importante acudir a la consulta del médico ante cualquier signo extraño en las encías.
Cómo prevenir el Cáncer de Encías
El primer consejo que se da al hablar de la prevención del cáncer de encías así como el de otras zonas de la cavidad bucal es llevar una vida saludable, es decir: no consumir tabaco, limitar el consumo de alcohol, mantener una correcta higiene bucodental y acudir a la consulta del dentista al menos una vez al año para que haga una revisión y una limpieza bucal profesional completa.
En general, se trata de seguir las premisas básicas de llevar un estilo de vida más saludable con una alimentación equilibrada, eliminar hábitos perjudiciales para la salud y evitar todo aquello que se sabe que puede causar cáncer. A esto hay que añadir el ir a la consulta del médico cuando se detecten cambios y alteraciones en las encías y no dudar en asumir cualquier tratamiento precanceroso que éste pueda recetar para evitar que el tumor avance hasta causar problemas más graves.
La leucoplasia y la eritroplasia son afecciones precancerosas de la boca a las que hay que prestar atención de inmediato. Es habitual que algunos médicos propongan la extirpación inmediata de los tejidos afectados, especialmente si en un análisis bajo el microscopio se desvela que sus células tienen un crecimiento anormal. No es una actuación determinante ya que, en algunos casos, el cáncer se ha seguido desarrollando quizá porque los tejidos han seguido expuestos a los agentes que han provocado esas afecciones precancerosas como, por ejemplo, el tabaco. Por ello, cuando alguien ha sufrido la extirpación de estos tejidos, debe seguir sometido a revisiones periódicas.
Sin embargo, hay que ser conscientes de que un cáncer de encías no se puede evitar con seguridad al cien por cien pero desde luego, merece la pena hacer el esfuerzo de tratar de reducir los factores de riesgo.
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