Aunque la estética bucal se relacione en ocasiones con la frivolidad o con motivos caprichosos, lo cierto es que tiene un gran impacto en la autoestima de las personas. Por ello, el uso de las carillas dentales es una opción para mejorar el aspecto físico sin gastar mucho dinero ni pasar por procedimientos largos con factor de riesgo.
Las carillas dentales no arreglan problemas en los dientes pero sí sirven para disimular y enmascarar pequeños defectos estéticos como por ejemplo dientes amarillentos o ennegrecidos, roturas del esmalte, desviaciones…
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Definición de carillas dentales
También se conocen con el nombre de facetas dentales o carillas estéticas. Consisten en estructuras estéticas de porcelana que sirven para reconstruir y mejorar el aspecto externo de los dientes ya sea en cuanto al brillo, al color o a la forma. Se basan en pequeñas láminas que se colocan en la parte visible del diente disimulando así los defectos que tenga éste en relación con su aspecto.
Las carillas dentales suelen usarse en los dientes frontales y no en molares y premolares. En éstos se usan coronas o fundas ya que son más robustas para poder aguantar la función que ejercen estas piezas delantales. Básicamente lo que hace una carilla dental es cubrir defectos de los dientes construyendo una aparente dentadura perfecta de la que presumir.
Lectura Recomendada: Precio de las Carillas Dentales.
Funciones de las carillas dentales
Vamos a ver con más detalle cuáles son las funciones concretas que tienen las carillas dentales a la hora de mejorar el aspecto de los dientes:
- Ocultar fracturas e imperfecciones de los dientes: ya sea por un golpe, por el uso o por alguna lesión, un diente puede romperse o fracturarse. Las carillas sirven para ocultarlo y que la pieza dental se muestre con el mismo aspecto que cuando estaba intacta.
- Cubrir desviaciones y espacios entre dientes: en ocasiones hay dientes desviados o espacios demasiado grandes entre ellos (lo que se conoce como diastema). Las carillas dentales pueden solventar ese problema pero siempre que no sea demasiado pronunciado. En este caso, habría que recurrir a soluciones relacionadas con la ortodoncia o incluso con la cirugía.
- Corregir la apariencia: los dientes pueden ser demasiado pequeños o estar desnivelados, incluso tener salientes extraños que les den una apariencia que llame la atención. Las carillas pueden servir para que estos dientes tengan exactamente el aspecto que queramos.
- Arreglar problemas relacionados con el color: sustancias como el café o el tabaco provocan que los dientes adquieran un color amarillento o ennegrecido. Para estos casos las carillas son una solución muy efectiva ya que el proceso es tan sencillo como cubrir el diente con una lámina blanca sin más.
¿Qué tipos de carillas existen?
Ya hemos visto que las carillas dentales pueden usarse para varias cosas distintas y por ese motivo, no pueden ser todas iguales. Hay diferentes tipos y variantes según la forma en que tengan que colocarse, el material del que se hagan y el defecto que deban cubrir.
Esto no quiere decir que una sea mejor que otra; en realidad depende de las necesidades concretas que se tengan. Tan solo hay que asesorarse acerca del problema que queremos corregir y qué tipo de carilla es la que nos hará un mejor servicio.
Carillas de composite
Se fabrican directamente sobre el diente que hay que cubrir. El proceso es parecido al de los empastes ya que consiste en aplicar una especie de resina sobre el diente para obtener el molde. Son las carillas más baratas y las más rápidas y fáciles de colocar; sin embargo, son bastante más frágiles que las que están fabricadas en otros materiales como, por ejemplo, la porcelana. Eso sí, en el caso de que se rompa, se pueden arreglar en la misma clínica sin tener que esperar al laboratorio como en el caso de las carillas de porcelana.
Estas carillas son más frágiles y sensibles a la pérdida de color y a las fracturas por lo que es bastante recomendable acudir periódicamente a revisión para asegurar un buen mantenimiento. Suelen usarse en correcciones muy sencillas o cuando el paciente es menor de 18 años ya que son reversibles y con el crecimiento se pueden ir cambiando, algo que no es posible con las de porcelana. Tienen una duración aproximada de cinco años.
Carillas de porcelana
Su elaboración requiere más trabajo que las de composite ya que se fabrican en el laboratorio y posteriormente, se colocan sobre el diente. Son más caras, por supuesto, pero también ofrecen mejores resultados no solo en cuanto a la calidad, ya que duran más (entre 10 y 15 años) y requieren menos mantenimiento, sino también en cuanto a la estética, ya que el aspecto y el brillo que muestran tienen una apariencia mucho más natural.
A su vez, podemos distinguir tres tipos de carillas de porcelana:
- Zirconio: este material se usa en casos muy concretos en los que el paciente tiene en el diente un perno metálico que no se puede quitar. Son las gruesas y opacas que otras por lo que consiguen que esta pieza metálica no se transparente,
- Feldespáticas: en realidad este tipo de carillas de porcelanas están dejando de usarse porque además de ser más gruesas, son menos resistentes.
- Ultrafinas: definitivamente son las que prácticamente utilizan la mayoría de las clínicas dentales precisamente debido a que son muy finas pero siguen siendo resistentes. Este resultado se consigue usando porcelana inyectada y empleando un proceso menos industrial y más manual que el que se aplica en la fabricación de las feldespáticas.
El mayor inconveniente que tienen las carillas de porcelana es que, si por algún motivo se rompen, es necesario retirar la carilla por completo para enviarla al laboratorio y que la reparen para después volverla a colocar.
Carillas Componeer
Quizá este tipo de carillas no sean muy conocidas ya que apenas se están empezando a utilizar en España. Consisten en carillas de composite pero ya prefabricadas y de grosor extra-fino de forma que el dentista tan solo tiene que escoger la que mejor se amolde al diente que el paciente quiere cubrir. Una vez que se ha endurecido, tan solo hay que limarla para que se ajuste a la perfección a la pieza dental.
Carillas Lumineer
Se trata de unas carillas ultra finas conocidas por ser las que demandan las celebridades del cine, la música y la televisión. Al contrario que ocurre con las carillas Componeer, estas carillas no necesitan ser limadas posteriormente para ajustarlas al diente. Eso sí, aunque el proceso para colocarlas es, por tanto, más sencillo, su fabricación es más laboriosa y específica y eso hace que su precio se incremente.
¿Cómo se colocan las carillas dentales?
Tal como acabamos de ver, el proceso de colocación y ajuste de las carillas está condicionado en buena parte por el tipo que elijamos ya que algunas varían un poco el sistema.
Por lo general, las carillas de composite solamente requieren un par de visitas a la consulta del dentista para que todo quede terminado. Sin embargo, las carillas de porcelana pueden requerir un poco más de tiempo aunque siempre dependerá de lo que determine el odontólogo.
En general, el proceso para poner las carillas sigue este modelo:
- Primera visita: en esta visita el dentista hará un estudio y un análisis de la boca para determinar cuál es la solución que mejor se adapta al problema que quieres resolver con las carillas. Es muy importante que en esta primera cita le expliques con claridad qué es lo que quieres para que el dentista sepa aplicar el mejor remedio. Aunque parezca fácil, recuerda que no solo hay que tener en cuenta los nuevos dientes sino también aspectos como la forma de la cara, los labios o el color de la piel para que el resultado global del rostro sea natural y perfecto.
- Segunda visita: en el caso de que se vayan a utilizar carillas de composite, será en esta segunda visita cuando se coloquen y no hará falta regresar ya que el proceso es muy sencillo. Si se han elegido carillas dentales de porcelana, en este momento se realizará el limado de los dientes previo a la colocación de las carillas. También se tomarán medidas de los dientes mediante moldes y radiografías. Éstos son enviados posteriormente al laboratorio, donde se fabricarán las carillas personalizadas para el paciente.
- Tercera visita: a esta tercera visita se llega en el caso de haber escogido las carillas de porcelana pues las de composite, como acabamos de ver, se quedan puestas en la segunda visita. En esta visita se prepararán los dientes para colocar las carillas. Se aplicará sobre ellos una especie de cemento-pegamento que hará que las carillas se queden pegadas al diente y que no se caigan.
¿Qué riesgos tienen las carillas dentales?
Con los adelantos que hay hoy día se puede asegurar sin problemas que el uso de carillas dentales del tipo que sea no daña en absoluto los dientes.
De hecho, con las carillas de composite apenas hace falta limar el diente como con las de porcelana y aún así, se trata de una modificación mínima que poco a poco va mejorando gracias a la aparición de las carillas ultrafinas. De hecho, en muchos casos ni siquiera se hace ya necesario tallar el diente natural para colocar la carilla.
El tallado de dientes, de todos modos, no debe verse como un perjuicio a las piezas dental. De hecho, depende de la posición y del color y en algunos casos no hace falta. Cuando el diente está adelantado respecto a los demás o está amarillento se realiza un recontorneado estético para adaptarlo a los demás. Esta acción es tan leve que ni siquiera es necesario anestesiar la zona para evitar dolor al paciente.
¿Es posible aplicar blanqueamiento en las carillas?
No se puede aplicar un tratamiento blanqueador sobre las carillas. Por esto, es de vital importancia asegurarse de cual es el color más adecuado antes de que se coloquen. Para esto, será el odontólogo quien se encargue de hacer los estudios pertinentes.
Otro factor importante en cuando al color de las carillas es el grosor de las mismas. Actualmente casi todas las clínicas usan carillas ultrafinas, ¿y qué quiere decir esto? Que son prácticamente translúcidas lo cual aporta naturalidad pero también hace que si el diente natural está amarillo, este color se vea a través de la carilla una vez puesta.
¿Cómo se soluciona entonces este problema? Muy sencillo: llevando a cabo un tratamiento blanqueante sobre los dientes antes de colocar las carillas. De esta forma conseguiremos una sonrisa perfecta.
Contraindicaciones de las carillas
Ya hemos visto que los beneficios de las carillas dentales son muchos pero también hay que recordar que hay casos en los que no será posible recurrir a ellas.
- Malposiciones severas: cuando los dientes se encuentran demasiado descolocados puede no interesar colocar carillas ya que habría que limar demasiado las piezas dentales. En estos casos, se recomienda la ortodoncia para corregir la posición de los dientes.
- Mala oclusión: se produce cuando los dientes no encajan debidamente al cerrar las mandíbulas. No se pueden poner carillas porque hay riesgo de que se rompan así que se recurre a la ortodoncia.
- Bruxismo: en realidad una persona con bruxismo puede llevar carillas pero se recomienda usar una férula de descarga por la noche para evitar que se rompan.
- Falta de higiene: cuando se tienen carillas hay que aumentar aún más si cabe la higiene bucodental pues existe posibilidad de infiltraciones de restos de comida y bacterias. Eso sí, la solución es muy sencilla pues basta con hacer énfasis en la limpieza de dientes y boca.
- Defectos en las arcadas dentarias: en ocasiones no es posible poner carillas ante la malformación de los dientes en la mandíbula ya que podrían no quedar bien ajustadas y llegar a causar molestias o incluso a caerse.
¿Te ha gustado este artículo sobre las Carillas Dentales? Si es así te invitamos a leer nuestra categoría de Tratamientos Bucales para conocer más a fondo todas las técnicas que nos pueden ayudar a conseguir una sonrisa digna de lucir.